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  • En la entrevista a que nos hemos referido O Donnell

    2019-04-20

    En la entrevista calpain inhibitor 1 que nos hemos referido, O’Donnell recuerda cómo surgió su interés por los temas referidos a la calidad de la democracia. Señala que quienes habían hecho parte del proyecto de las transiciones, aunque habían incorporado en sus análisis la incertidumbre sobre el destino de los procesos, en general confiaban en que las democracias nuevas tendrían un mayor avance que las que habían antecedido a los gobiernos autoritarios, los que trascenderían la democracia política hacia la justicia social. Asimismo, señala cómo los académicos que estudian la democracia en América Latina se pueden agrupar en aquellos que ven a los países como casos desviados de un camino predeterminado de lo que debe ser la consolidación de la democracia (visión teleológica), y en los que como él consideran que las democracias toman caminos diferentes, con especificidades según los contextos históricos. Estas democracias, aunque sean defectuosas, son diferentes a los autoritarismos, por lo cual debía hacerse una crítica a las democracias repensando la teoría democrática que no estuviera centrada sólo en los aspectos políticos, e incluir dimensiones del Estado y de la sociedad, lo cual implica el riesgo de pretender comprender dentro del concepto de democracia cosas que no se refieren a ella. Salirse de los marcos estrictamente políticos del régimen implicaba un alto riesgo en términos del campo de conocimiento. Asumía la calidad de la democracia como democraticidad, para lo cual propuso algunas dimensiones centrales y un amplio test, que incluía indicadores referidos a la democraticidad del régimen político (propiamente de la poliarquía en términos de Dahl), del Estado y del contexto social. En este sentido, un tema central que se encuentra en toda su concepción de democraticidad se refiere a la Accountability. Retoma sus propios aportes en textos desde la década del noventa y los de otros politólogos, a partir de la consideración de que los gobernantes deben someterse a tres tipos de rendición de cuentas o Accountability. 1) electoral vertical, es decir, la existencia de elecciones limpias e institucionalizadas, a través de las cuales los ciudadanos pueden cambiar el partido y las personas en el gobierno. En Democracia delegativa y Otra institucionalización ya había señalado que la institucionalización de las elecciones (como factor adicional a theory la poliarquía) suponía la existencia de una evaluación retrospectiva de los electores, y que la prensa responsable también cumplía un rol en develar escándalos de corrupción e informar a los ciudadanos, 2) Accountability vertical social, ejercida por grupos de individuos que consiguen movilizarse con el propósito de prevenir, controlar y/o castigar acciones u omisiones que pueden ser ilegales y ejecutadas por funcionarios públicos. Aquí retoma el concepto planteado por Catalina Smulovitz y Enrique Peruzzotti, 3) también había hecho alusión a la rendición de cuentas horizontal, aquella que implica relaciones interinstitucionales y controles de unas agencias estatales sobre otras. Aquí ya se ubica en el Estado y en la sociedad y considera que existen dos tipos de agencias de este tipo de rendición de cuentas. las de balance (referidas a la separación de las ramas del poder público Ejecutiva, Legislativa y Judicial, y sus relaciones de pesos y contrapesos) y las asignadas (las fiscalías, auditorías, ombudsman). Sus reflexiones apuntan a que el grado de democraticidad está relacionado directamente con la concreción de un Estado efectivo, el cual no sólo implica la dimensión interinstitucional, sino también que ninguna institución estatal escape al control de legalidad de sus acciones, que el sistema legal se extienda de forma homogénea a través de todo el territorio y que los derechos se apliquen de forma universal, con independencia de los atributos personales. Esto último incluye la concepción del ciudadano como agente, portador de derechos legalmente asignados sobre bases universalistas. Las instituciones del Estado pueden ser consideradas más o menos democráticas según el grado en que reconocen estos derechos. En cuanto a la tercera dimensión, el contexto social, O’Donnell hace alusión a la existencia del pluralismo y de las condiciones que garanticen la Accountability social, es decir, las garantías para la actuación de las organizaciones sociales y de los grupos organizados.